Las smoothie jar son una forma divertida de presentar desayunos y meriendas. La idea es hundir la cuchara y disfrutar de todos los ingredientes de la jarra, presentados en capas. Podemos ser tan creativos como queramos (o nuestra despensa permita).
En este caso he combinado un smoothie de mango con semillas de chía con otros ingredientes para crear un desayuno muy refrescante y tropical.
¿Por qué tomar semillas de chía?
Ya hemos hablado en otras ocasiones de las semillas de chía. Si las mantenemos en remojo al menos una hora, se creará a su alrededor un gel mucilaginoso que las envuelve y les da una textura parecida a la gelatina. Gracias a ese gel, son muy saciantes y una excelente opción para controlar nuestro peso. También son ricas en grasas saludables omega-3 y contienen una alta proporción de proteínas. Por si fuera poco, además aportan cantidades significativas de calcio (más que la leche), de hierro (más que las espinacas) y de potasio (más que los plátanos). Además, sirven para regular los niveles de azúcar en sangre (ideales para personas con diabetes), favorecen el tránsito intestinal (ya que son ricas en fibra soluble), mantienen el colon hidratado y tienen propiedades antiinflamatorias (por su contenido en omega-3, magnesio y calcio).
¿Por qué mango?
El otro gran ingrediente de esta receta es el mango, una fruta tropical originaria de Asia. Una de las frutas con más propiedades antioxidantes, ya que es rica en ácido málico, ácido palmítico y ácido mirístico. También por su riqueza en vitamina C y, sobre todo, en vitamina A. Gracias a todos estos antioxidantes, es perfecta para aumentar nuestras defensas y neutralizar los radicales libres que nuestro cuerpo genera en los procesos de oxidación o como consecuencia de la contaminación o el estrés.
Su color anaranjado le viene dado por los carotenoides o pro-vitamina A, ya que en el organismo se transforman en esta vitamina. La vitamina A tiene también propiedades antioxidantes y es ideal para el cuidado de la piel y la salud de las mucosas, por lo que sirve para mantener la salud de la vista, mejorar la audición y tratar la gastritis.
Tan solo una pieza de mango nos proporciona más de la cantidad necesaria de vitamina A.
También destaca la propiedad digestiva del mango, ya que contiene enzimas proteolíticas, es decir, enzimas que nos ayudan a digerir las proteínas. Es una fruta ideal para evitar el malestar intestinal y tratar problemas de indigestión, digestiones lentas, gases o diarrea.
Por último comentar que como fruta rica en fibra, nos ayudará a aumentar el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento. Además, es una fruta baja en grasas, sin colesterol y con un contenido moderado de calorías. Rico en potasio, tiene propiedades diuréticas, por lo que es indicado para prevenir la hipertensión y contra la retención de líquidos.
Ingredientes para dos smoothie jar:
- 1 mango maduro
- 200 ml de agua de coco
- 2 cucharadas de semillas de chía
- 8 fresas
- 8 cucharadas de granola con semillas de chía (yo utilicé la de Bulk Powders que lleva copos de avena, semillas de chía, de calabaza y de girasol y una pizca de miel, pero se puede usar cualquier tipo de granola).
Preparación:
Ponemos las semillas de chía en remojo, en el agua de coco durante al menos una hora. Pelamos y partimos en mango, lo ponemos en la batidora de vaso junto a las semillas de chía (que ya habrán aumentado su tamaño y tendrán textura gelatinosa). Batimos a máxima potencia hasta que todo quede bien incorporado.
Montamos los ingredientes en la jarra o vaso. Colocamos primero las fresas cortadas en dados, luego un poco del smoothie de mango y chía que acabamos de preparar, un poco de granola, smoothie de nuevo, fresas y más smoothie.
Como veis una receta muy sencilla y rápida con la que disfrutamos del intenso sabor del mango y de todos sus beneficios. ¡Espero que la disfrutéis mucho!
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