El principal objetivo de una limpieza hepática es asegurarnos de que el hígado funciona plenamente, ya que se trata de uno de los órganos fundamentales de limpieza de nuestro cuerpo. Por lo que su correcto funcionamiento va a asegurarnos que podrá trabajar correctamente en la eliminación de toxinas y que estas no se acumularán en nuestro organismo. Es posible que la depuración nos ayude además en otros posibles objetivos que tengamos, como en dietas de adelgazamiento o procesos de curación.


El hígado tiene una labor fundamental en la digestión, interviene en la formación de los fosfolípidos, el colesterol y los triglicéridos. Es el responsable de la secreción biliar, tanto de su función secretora como de la excretora, encargada de eliminar sustancias como la bilirrubina, el colesterol, los químicos de los medicamentos y el alcohol. Junto a la vesícula biliar es, además, el encargado de eliminar sustancias tóxicas del organismo como pesticidas o aditivos químicos. Una sobre carga hepática puede ocasionar (entre otros síntomas) digestiones pesadas, dolor de estómago, dolor de cabeza o insomnio.

El objetivo es, por tanto, que el hígado quede limpio y no genere tóxicos a nivel de masa muscular que dificulten la pérdida de peso o que hagan más lentas las funciones metabólicas. La selección de plantas que comparto a continuación además mejora las funciones vesiculares y las secreciones de bilis.


Entre las plantas que actúan en la limpieza hepática encontramos:

  • El cardo mariano, que contiene silimarina y silibina, que tienen funciones de desinflamar el hígado, regenerar las células para que se eliminen las tóxicas y controlar el hígado graso.
  • La alcachofa, excelente limpiadora del hígado por su proporción de ácido oleico, linoleico y cafeico. Además resulta diurética.
  • El rábano negro protege el hígado y ayuda a mejorar la insuficiencia hepática y la cirrosis.
  • El sauco, resulta depurativo y diurético y tiene propiedades anti inflamatorias y limpiadoras del hígado.
  • El boldo, que es colagogo y colerético, depuradora de la bilis y del hígado, ayuda a prevenir la formación de cálculos.
  • El diente de león, que tiene propiedades hepáticas de limpieza, secreción de bilis y es diurética.

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Hay varias formas de llevar a cabo la depuración hepática. Se puede hacer mediante complementos alimenticios que contengan el extracto de estas plantas depurativas o podemos hacer tisanas caseras. En el último caso elegiremos 3 plantas y podemos tomarlas separadas o juntas en ayunas (preferiblemente las dejaremos macerar toda la noche). Siempre es mejor tomar las infusiones o el complemento entre comidas o en ayunas. En el caso de problemas estomacales se pueden tomar antes de comer.

Durante el proceso de desintoxicación, que es recomendable que dure 3 semanas, (y en los días previos) intentaremos, en la medida de lo posible, restringir la ingesta de alimentos y sustancias tóxicas, así como inflamatorias. Por lo que sería conveniente dejar de tomar alcohol, tabaco, azúcar blanco, bollería, harinas refinadas, arroz blanco, pan blanco, cereales refinados, embutidos o frituras (si es que aún los consumís). También es conveniente, antes de comenzar, asegurarnos de que nuestro intestino funciona correctamente y vamos al baño regularmente.

Esto es muy importante porque cuando empecemos el proceso de desintoxicación habrá muchas toxinas circulando y hay que facilitar todas las vías de salida posible y en buenas condiciones, porque sino podemos obtener el efecto contrario y sobrecargar el organismo.

Durante el proceso es posible que sintamos dolor de cabeza por el movimiento de toxinas. 


Trucos para favorecer el buen funcionamiento intestinal

Para favorecer el tránsito lo mejor es añadir mayor proporción de fibras solubles e insolubles a la dieta durante el proceso. Fibras que encontraremos en los cereales integrales principalmente (arroz integral, avena, semillas de linaza molida…), así como en aquellas frutas ricas en fibra. Eso sí, hay que tomarlas enteras, no en forma de licuado coladas. Nos ayudarán mucho la remolacha, la zanahoria, el kiwi, la papaya, el apio y el agua con limón.


Trucos para movilizar la toxina

  • Beber mucha agua, al menos 2 litros al día.

    Si te cansas te recomiendo que infusiones el agua con tus frutas favoritas. ¿Has probado el agua con limón y hojas de menta? ¡Está increíble!

  • Sudar. Ya sea en una sauna o realizando ejercicio ligero durante media hora al día.
  • Tomar probióticos para mejorar y mantener la calidad de la microbiota intestinal.

 

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