En pleno centro, Vega se define como un restaurante vegano de «productos ecológicos y cocina casera». Pero no se quedan ahí, su cocina es además de proximidad y de temporada. Máximo respeto para las materias primas, el medio ambiente y, por supuesto, los animales. ¿Puede haber algo mejor? Sí, que la comida está deliciosa. Lo cierto es que me quedé con ganas de probar platos de su carta y todo lo que pedimos estaba delicioso. Quizás sea porque el cariño que desprende su filosofía se nota en los sabores cuidados de sus platos.
En los aperitivos, (tres a elegir por 4,5 euros) optamos por el Hummus de remolacha, los Pimientos rojos asados con nueces y cerezas y el Paté de berenjena ahumada. Perfecto para abrir boca, entrantes que de alguna forma se pueden considerar clásicos pero con un toque moderno.
Como plato principal las Albóndigas de tofu, espinacas y pasas en salsa de yogur con pasta de quinoa marinada (11,5 euros), de lo que pude probar fueron, sin duda, mis favoritas. La textura de las albóndigas era suave pero con un toque crujiente y el sabor, combinando la salsa y los espaguetis era diferente, fresco y muy sabroso. Suelo incorporar a menudo albóndigas veganas en mis cenas porque me parece una forma divertida de tomar tofu y legumbres y esta es una receta que merece la pena. El Curry Korma de vegetales en poppadom crujiente con arroz basmati (11,5 euros), es un curry bien balanceado de sabor, y el Chili con «carne» con tortillas de maíz y arroz integral (11,5 euros), sustituye la carne picada por soja texturizada.
Conclusión: Excelente relación calidad-precio, se nota el cuidado y cariño del proyecto, propuestas saludables, sostenibles y sabrosas, libres de crueldad animal. Sé, sin ninguna duda, que tendré que volver, para conocer sus postres y otros platos de la carta que me quedé con muchas ganas de probar. Es recomendable reservar porque el local es pequeño y suele llenarse.
Precio medio: 20 euros
Dirección: Calle de la Luna, 9, 28004 Madrid