Últimamente he cambiado el dulce por el salado en mis desayunos y este pan me sabe a gloria bendita con hummus, aguacate o aceite de oliva virgen extra. Es un pan elaborado a partir del trigo sarraceno en grano, un pseudo cereal libre de gluten muy nutritivo. Además fermentaremos el grano para así hacerlo incluso más digestivo y darle más sabor. En este caso le añadí semillas de sésamo negro y pipas de girasol, pero admite cualquier semilla o fruto seco.

INGREDIENTES
2 tazas de trigo sarraceno en grano
1 taza de agua (250 ml)
1 cucharadita de sal
1/2 taza de pipas de girasol y sésamo negro

PREPARACIÓN
1. Comenzamos activando el trigo sarraceno con un remojo de al menos 4 horas.
2. Pasado ese tiempo lo escurrimos y aclaramos y trituramos con el agua.
3. Pasamos la masa a un cuenco que taparemos con un paño de cocina limpio. Dejamos reposar la masa fuera de la nevera de 12 a 24 h para que fermente. Cuanto más calor haga más rápido fermentará. En mi caso este le tuve 24 horas.
4. Pasado el tiempo de fermentación, mezclamos la masa con la sal, las pipas y las semillas de sésamo y añadimos a un molde rectangular. Yo utilizo de silicona porque no hace falta engrasarlo y se desmolda genial. Si usáis de otro material mejor forradlo con un poco de papel de horno para poder desmoldar.
5. Horneamos a 180ºC durante 40-50 minutos. Probamos pinchando con un cuchillo si está ya hecho. Tiene que salir prácticamente limpio.

Este pan queda genial cortado y tostado justo antes de servir. Se conserva genial en la nevera bien tapado durante 1 semana o también se puede rebanar y congelar para ir sacando las raciones que vayamos a tomar, tostarlas en el horno o tostadora y tenerlo listo en cuestión de minutos.

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