Hoy te propongo una receta sencilla pero que nutre nuestros corazones. Un clásico de la cocina española veganizado y reinventado, ya que en vez de patata usaremos boniato. Prepararla, incluso en esta versión, me transporta a mi infancia. Son sabores, momentos, texturas y recetas que están impresas en nuestro ADN y, al comerlas, se activa en nosotros esa nostalgia de los buenos momentos, es sabor puro a hogar. Un plato que tiene más sentido aún si se comparte, porque reúne en torno a la mesa a los que más queremos.
La harina de garbanzos (junto al agua) sustituye el huevo en esta receta de tortilla. El sabor es increíble y sigue siendo un plato rico en proteínas (aunque vegetales). He elegido sustituir la patata por el boniato porque el resultado es delicioso, y lo he acompañado de calabacín y cebolla pero con patatas y otras verduras también queda estupenda, tú eliges ;). ¡Espero que la disfrutes mucho!
Ingredientes
- 2 boniatos
- 1 calabacín
- 1 cebolla
- 15 cucharadas soperas de harina de garbanzo
- 250-280 ml de agua
- aceite de oliva virgen extra
Instrucciones
- Comenzamos pelando los boniatos y los partimos en rodajas finas. Los añadimos a una sartén con aceite de oliva a fuego medio.
- Mientras comienzan a cocinarse, pelamos el calabacín, lo hacemos rodajas y lo añadimos a la sartén junto a los boniatos. Hacemos lo mismo con la cebolla.
- Cocinamos las verduras hasta que queden tiernas.
- Mientras tanto preparamos la mezcla que sustituirá al huevo. En un cuenco grande, añadimos la harina de garbanzos y el agua. Mezclamos bien con ayuda de una cuchara o tenedor hasta obtener una masa homogénea. Tiene que quedar una consistencia un poco más líquida que la masa de un bizcocho pero sin llegar a ser tan líquida como sería el huevo. Ajustamos la cantidad de agua hasta conseguir la consistencia deseada.
- Escurrimos bien todo el aceite de las verduras y las añadimos a la mezcla de harina de garbanzos y agua. Mezclamos muy bien.
- En una sartén con una cucharada de aceite de oliva virgen extra caliente, añadimos la mezcla de verduras y harina de garbanzos y cocinamos a fuego medio-bajo (como haríamos con una tortilla de patatas tradicional). Cuando esté hecha por un lado, con ayuda de un plato le damos la vuelta y la cocinamos por el otro lado. Así hasta que quede dorada por fuera y bien hecha por dentro.
Notas:
Puedes hacer las verduras al horno en vez de en la sartén. Lo importante es que estén tiernas al mezclarlas con la masa de harina de garbanzos. No dejes la tortilla demasiado cruda por dentro ya que la harina de garbanzos debe quedar cocinada.
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