Para mi no hay nada más agridulce que la Navidad. Altera mi cuerpo, mi mente y sentimientos en muchos sentidos (y no todos buenos), por lo que considerarla superada un año más (y con cierto éxito) me da la tranquilidad que tanto busco y disfruto. Si hay algo que salvo de estas Navidades, además del cariño de todos los que la compartieron conmigo, es la receta de estas trufas crudiveganas.
Este año decidí no comprar Ferrero Rocher. Por cada 100 gr del tan preciado bombón, 39,9 gr son de azúcar. Azúcar innecesaria que altera nuestro organismo, calorías vacías y encima adictivas. Como no sentía ninguna necesidad de meterme tal cantidad de azúcar para el cuerpo pero tampoco quería renunciar al placer de un buen bombón, versioné la receta y cree mis propios Ferrero.
Crudiveganos y, por lo tanto, sin lácteos; sin azúcar ni ningún tipo de endulzante (más allá de los dátiles) y sin gluten. Ricos en frutos secos y semillas, aceite de coco virgen y cacao, se han convertido en los bombones perfectos para llevar a todas partes y poder compartirlos con cualquiera que les de una oportunidad. Es emocionante encontrar tan buenas reacciones, de familiares y amigos, al probarlos. Una clara demostración de que el azúcar está de más y que se puede disfrutar de caprichos dulces sin recurrir a los alimentos procesados.
Hoy comparto con vosotros la receta, con el deseo de que podáis compartir las trufas con los que más queréis y de que disfrutéis mucho no solo comiéndolas sino viendo como otros las disfrutan.
- 2 tazas de avellanas tostadas y unas pocas más como corazón de las trufas
- 4 cucharadas de aceite de coco
- 2 cucharaditas de cacao puro
- 1 cucharadita de maca en polvo (opcional)
- 15 dátiles
- 1 taza pipas de calabaza trituradas
- 1 tableta de chocolate negro puro
- 100 ml de bebida vegetal de avellanas
- En un procesador de alimentos colocamos las avellanas (excepto unas pocas que reservamos para el interior de las trufas), el aceite de coco, el cacao y los dátiles. Trituramos hasta que quede una masa moldeable.
- Con la masa, creamos bolitas e introducimos una avellana en el interior. Cuando tengamos todas las bolitas formadas, las metemos en el congelador mientras preparamos la cobertura.
- Para la cobertura calentamos la leche de avena y la ponemos con las onzas de chocolate hasta que se derrita.
- En otro bol colocamos las pipas de calabaza trituradas,
- Bañamos en chocolate las bolitas una a una y las rebozamos en las pipas de calabaza.
- Cuando tengamos las trufas listas, las metemos en la nevera al menos 6 horas para que la masa se asiente.
- Si los dátiles están algo duros, ponlos deshuesados, en agua caliente durante media hora para que se ablanden. Te será más fácil batirlos.
- Para la cobertura puedes sustituir las semillas de calabaza por semillas de cáñamo, crocanti de almendras o coco rallado.
- Puedes sustituir la bebida vegetal de avellanas por tu bebida vegetal favorita.